Vinos de viticultura aplicada con respeto y sostenibilidad, con un proceso de elaboración cuidadoso que busca la autenticidad

Merche Dalmau, propietaria

La bodega Clos Galena se erige como un testimonio vivo de la dedicación y pasión de la familia Pérez y Dalmau, quienes han convertido esta bodega en el Priorat en el proyecto de sus vidas. MiguelPérez y Merche Dalmau, los fundadores, materializaron su sueño a finales de los años 90 al construir una bodega sostenible y ecológica en El Molar, dentro de la prestigiosa D.O.Q. Priorat, en Tarragona, Cataluña.

Desde los inicios, apostaron por viñedos propios (hoy cuentan con 30 hectáreas plantadas). Son vinos capaces de emocionar: colores rojo cereza picota intensos, aromas de frutas negras maduras y de hierbas de sotobosque, balsámicos, estructurados, carnosos, llenos de frescor, largos y persistentes. Entre ellos podemos encontrar distintas variedades: Clos Galena, Galena, Formiga de Vellut, Formiga de Seda y Crossos.

El vino ecológico es un producto que proviene de un método de cultivo con reglas muy específicas que excluyen el uso de pesticidas o fertilizantes químicos. “Para la fertilización del suelo, nosotros utilizamos fertilizantes orgánicos que son útiles para la protección de cultivos contra los parásitos. Además, actúan de forma preventiva, reforzando las plantas”, señala Merche Dalmau, propietaria de la bodega. 

Los vinos de la D.O.Q. Priorat gozan de reconocimiento mundial, y Clos Galena ha contribuido significativamente a este prestigio desde que sus primeras añadas llegaron al mercado en 2002. La certificación ecológica por parte del CCPAE ha sido una constante en la filosofía de la bodega, marcando su compromiso con la calidad y la sostenibilidad desde sus inicios.

La pérdida de MiguelPérez en 2013 no detuvo el impulso de Clos Galena. Merche Dalmau asumió el timón de la bodega, destacándose no solo como una empresaria apasionada, sino también como una figura comprometida con la sociedad civil. Bajo su liderazgo compartido con el enólogo Toni Coca, y la pasión y esfuerzo de un equipo comprometido, la bodega ha mantenido un alto estándar de calidad y excelencia.

Uno de los hitos más destacados en los últimos años fue que su vino Formiga de Vellut se sirvió en la cena de los Premios Nobel 2017, siendo un Priorat, el primer vino catalán en recibir tal honor durante los más de 100 años de historia de los premios, y donde la propietaria de la bodega es una mujer.  Este logro no solo resalta la calidad excepcional de los vinos de Clos Galena, sino que también contribuye a su reconocimiento en el mercado internacional, especialmente en Suecia.

La conexión con la cultura y el arte es otro pilar importante para Clos Galena, evidenciado a través de su proyecto cultural Arte y Vino. Colaborando con la Galería de arte Anquins de Reus y artistas contemporáneos, la bodega ha fusionado el mundo del vino con expresiones artísticas, adornando etiquetas y cajas con originales y serigrafías. “La idea surgió cuando una artista, Alicia Grau, vino a mi casa para hacer fotos a mis hijas, pues le quería regalar un cuadro a mi marido por su cumpleaños, y le expliqué el proyecto de la bodega, y ahí empezó todo el proyecto Arte y Vino”, recuerda Merche reconociendo que “para mí, la fusión entre el vino y el arte es una fusión entre naturaleza y cultura, que crea un efecto mágico. Toca el alma y el sentido de las personas”.

Las raíces de Clos Galena se sumergen en las tierras que una vez pertenecieron a los monjes cartujos de Scaladei en la Edad Media. La finca, llamada Domini de la Cartoixa en su honor, refleja la conexión espiritual que estos monjes aportaron a las tierras del Priorat.

El compromiso con la responsabilidad social y ambiental es también una parte esencial del ethosde Clos Galena, reflejando su deseo de preservar y mejorar el entorno y la vida de las comunidades locales. La bodega no solo se preocupa por la calidad de sus vinos, sino también por el impacto positivo en la tierra y la gente del Priorat.

Exportando alrededor del 70% de su producción a más de treinta países, Clos Galena ha consolidado su presencia en mercados asiáticos emergentes como China, Hong Kong, Japón y Taiwán. Con 30 hectáreas en el Priorat, de las cuales 19 están dedicadas a la producción ecológica, la bodega sigue siendo un referente en la región y más allá.

Clos Galena también apuesta por el enoturismo. El Priorat es un territorio lleno de mística, espiritualidad, magia, riqueza paisajística, humana y vitivinícola. Durante años, la bodega recibe visitas de todo el mundo y cada vez se acercan más visitantes a descubrir sus viñedos. “Explicamos cómo trabajamos, y podemos admirar la pizarra, responsable de la mineralidad de nuestros vinos. Hacemos catas, visitas con cata y desayunos, “calçotades” y comidas para grupos y empresas”, explica Merche Dalmau.

Merche Dalmau, al frente de la bodega, personifica la fortaleza, elegancia y respeto por el medio ambiente que también se reflejan en los vinos de Clos Galena. Un proyecto que nació de la visión de Miguel Pérez y que, a pesar de su prematura partida, continúa cosechando éxitos,  estando presente en las mejores mesas del mundo con sus excepcionales Prioratos.

 

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